¡No solo tu peludito es el mejor amigo del mundo, también es el mejor guardián! Este planteamiento de hecho, es respaldado por estudios científicos que lo confirman.
El investigador Akiko Takaoka se interesó en realizar un estudio en el que se evaluará la capacidad de engaño de los perros. Para ello, hizo que un grupo de personas le ofrecieran comida real a los animales y otros los provocaran con tazones vacíos.
Después de ello, soltó a una gran cantidad de perros y notó que todos se acercaron a los que le ofrecían la comida real. Mientras que, actuaron de una manera reacia frente a las personas que trataron de jugar con sus pensamientos.
De esa manera, concluyeron que los perros pueden entender a la perfección cada uno de los gestos sinceros que realizan las personas. Es así como determinan al lado de quien es conveniente estar.
Esto ocurre porque el perro detecta que las personas que les mintieron una vez, los pueden volver a engañar en cualquier momento. De esa manera, se sienten en peligro cuando están con ellos porque dudan de su proceder y no saben si en algún instante esa persona los traicione sobre la marcha.
Así, el perro no sigue las instrucciones de las personas que le han mentido alguna vez. Pues, siente que en todo momento están buscando las maneras de confundirlo y dejarlo indefenso.
El perro es un animal inteligente que a cada instante está observando con detalle todo lo que pasa en su entorno. De esa manera, las personas deben tener claro que cualquier situación con la que intenten burlarse de ellos, ocasiona que el vínculo se dañe.
Los perros son animales leales que entregan lo mejor desde el primer momento y nunca tienen mala intención. Por esa razón, esperan una actitud recíproca y cuando esto no es así se deteriora al máximo la confianza.
A raíz de ello, cuando alerten sobre algún suceso siempre hay que hacerles caso. Pues, tienen la capacidad de descifrar expresiones y anticipar lo que están planeando las personas.