Los perros precisan beber agua a diario y somos los dueños quienes debemos ofrecerles dicha hidratación. ¿Cómo? Aquí te damos algunos consejos:
1. Coloca bebederos a su alcance
El objetivo es que el animal siempre tenga ‘al alcance de la mano’ un recipiente con agua. Y que este se encuentre cómodamente ubicado con respecto a su tamaño. Poner un bebedero al lado de su cama es una idea eficaz para que beba sin demasiado esfuerzo.
No debemos escatimar en cantidad de bebederos en la casa, sobre todo si el animal pasa muchas horas solo. Los cuencos pueden estar en diferentes ambientes para que el perro pueda beber del que desee.
2. Cambia el agua a diario
Si tu perro no ha bebido el agua de un recipiente en particular (en el caso de que tenga varios), no le dejes el mismo líquido para otro día. Cada noche o cada mañana te recomendamos que la cambies por agua nueva, limpia y fresca.
3. Presta atención a la ubicación del agua
Si tu perro pasa tiempo fuera de casa (en el patio o terraza por ejemplo), trata de que el bebedero esté a la sombra la mayor parte del tiempo. Y si por algún motivo notas que el agua está más caliente de lo que debería, puedes colocar algunos cubos de hielo para enfriarla. Pero no abuses de esa técnica, ya que puede ocasionarle problemas de garganta.
4. Conoce los gustos de tu perro
Ya que el agua en los perros es tan importante, no podemos dejar este tema al azar. Nos referimos a que conozcas más qué le agrada a tu mascota y se lo ofrezcas. Algunos canes prefieren cuencos grandes, mientras otros gustan de las fuentes. También puede que solo beba si el agua cae de un grifo o que le gusten los charcos donde beber ‘a lo salvaje’.
Por último, aumenta la ingesta de líquidos de tu mascota mediante la alimentación: opta por algunas verduras aptas combinadas con el alimento.
Consulta a tu veterinario si la situación se prolonga, ya que puede ser un síntoma de un problema más grave.