En general el hámster tiene una muy buena inmunidad, es decir, es un animalito que no enferma mucho a través de su vida, sobre todo si nos preocupamos de mantenerlo bien alimentado, ejercitado, mantenemos su temperatura ambiental adecuada, lo sacamos seguido de su hábitat para distraer su mente y mantenemos su jaula limpia. En el fondo, si tenemos sus cuidados básicos bien cubiertos, será un pequeño peludo generalmente saludable.
Aun cuando son animalitos sanos, hay algunas patologías frecuentes de encontrar en ellos cuando enferman, estas son:
DIARREA: puede provocarse por una alimentación desequilibrada o cambios bruscos en ella, que coma algo indebido durante sus paseos fuera de la jaula, un hábitat muy sucio, higiene deficiente de sus accesorios o por consumo de algunos medicamentos como los antibióticos. Veremos entonces fecas mucho más blandas, pastosas o líquidas, y además en algunas ocasiones se decaen y comen menos.
HIPOTERMIA: Los hámsters hibernan para pasar el invierno. Este estado se caracteriza por una somnolencia, por una disminución en los signos vitales, el ritmo metabólico y por un marcado descenso en la temperatura corporal. Al no estar en su hábitat natural, puede no resistir el proceso, por lo que es mejor evitar que entre en estado de hibernación. Para esto debemos mantener la temperatura ambiental por encima de 15ºC, 12 o más horas diarias de luz y una provisión constante de alimento.
ENFERMEDAD DE LA COLA MOJADA DE HÁMSTER: es provocada por una bacteria llamada Lawsonia intracellularis que produce una diarrea muy líquida lo que hace parecer que el animal enfermo siempre tiene su cola mojada, de aquí su nombre. Afecta principalmente a animales jóvenes (3 a 6 semanas de vida), pero los mayores no están libres de ella.
ABSCESOS: son cavidades donde se acumula pus en su interior, pudiendo aparecer en cualquier parte del cuerpo del hámster. Se producen por heridas, mordeduras o cortes que pueda sufrir nuestro amiguito y si no se limpian como corresponde, pueden infectarse con bacterias.
SHOCK TÉRMICO: cuando exponemos a nuestro hámster a temperaturas muy altas (sobre los 24°C), no son capaces de termo regular su cuerpo y se verá afectado todo el funcionamiento normal de sus células y funciones orgánicas, alterándose la normalidad de sus riñones, corazón e hígado pudiendo llevarlo incluso a la muerte. Los síntomas más notorios son decaimiento total, se estira y respira agitadamente, puede temblar y su pelo puede verse húmedo.
TUMORES: Los tumores son más frecuentes de encontrar en hámster de avanzada edad, los que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Si notas un abultamiento o levantamiento de piel podrías sospechar de la presencia de una masa tumoral.
Ante cualquier situación extraña de tu hámster, ya sea física o de comportamiento, lo mejor es que visites a un médico veterinario especialista en animales exóticos para ver qué está pasando y así poder hacer un tratamiento adecuado lo antes posible.