De a poco comienzan a subir las temperaturas y con eso aparecen estos odiados parásitos, los cuales aparte de ser desagradables a la vista, producen molestia y enfermedades graves en nuestras mascotas y en humanos.
Las cifras pueden sonar escalofriantes, pero una garrapata hembra puede colocar entre 2 mil y 4 mil huevos, he ahí el éxito de las plagas en ciudades de climas cálidos. Las garrapatas constituyen uno de los grupos de parásitos externos más importantes que existen, no solo por los daños directos que ocasionan al ganado, a los animales de compañía y a las especies silvestres sino también por la gran cantidad de enfermedades que transmiten.
Dentro de las características de este parásito podemos encontrar:
- Longevidad Extraordinaria: Atributo que las hace sobrevivir por mucho tiempo en el medio ambiente e indirectamente a los microorganismos que transportan en su interior.
- La duración del ciclo de vida de las garrapatas está influenciada por la capacidad que tienen estos parásitos de disminuir sus funciones vitales y quedar «en espera» o hipobiosis, si las condiciones ambientales no le son favorables.
- Otra característica inusual de las garrapatas está relacionada con la posibilidad de almacenar reservas en su aparato digestivo. En efecto, tienen la propiedad de poder acumular en su organismo, sin digerir, parte de la sangre que succionan de los animales para consumir progresivamente este alimento durante varios meses o incluso años.
- Se alimentan de sangre del animal parasitado, para lo cual cuentan con un aparato bucal especial, con ganchos, que les permite perforar la piel de la mascota, adherirse fuertemente y succionar sangre.
- Las estaciones del año con promedios de temperatura más elevados, como son la primavera y el verano, resultan la época donde aumentan considerablemente los casos de esta parasitosis en los animales de compañía y por esa razón, desde el inicio de la primavera hasta el otoño deben intensificarse los programas de prevención y control.
Siempre nos preguntamos ¿Cómo se contagia nuestra mascota?.. ¡si la mayor parte del tiempo está en nuestras casas!…bueno, basta con que el animal tome contacto con el ambiente contaminado, para que las garrapatas lo detecten, logren subir, adherirse y así alimentarse de la sangre de nuestra mascota, donde pasará parte de su ciclo de vida y se reproducirá, para luego caer al medio ambiente y colocar sus huevos.
Las garrapatas las podemos encontrar en todo el cuerpo cuando existen infestaciones severas, pero los lugares de predilección son donde existe una piel más delgada y con mayor irrigación sanguínea, como por ejemplo: Orejas, Alrededor de los ojos, entre os dedos (espacio interdigital), nuca, cuello y axilas.
La garrapata puede afectar la salud de nuestras mascotas, produciendo: debilidad, bajo peso, anemia (por la pérdida de sangre) e incluso la muerte al hacerlos más susceptibles a otras enfermedades. El daño mecánico de la picadura del insecto y su saliva produce lesiones inflamatorias en la piel que pudieran manifestarse con picazón (prurito). La saliva de la garrapata puede producir un trastorno en el sistema nervioso y muscular en el animal parasitado produciendo parálisis, es poco común, pero puede suceder. Además de esto las garrapatas pueden producir enfermedades infecciosas como: Piroplasmosis o Babesiosis, la Ehrliquiosis y la enfermedad de Lyme o borreliosis.
La Ehrliquiosis, enfermedad más común en nuestro país, debido a las condiciones biológicas imperantes, es producida por un microorganismo denominado Ehrlichia canis, esta enfermedad es transmitida por la picadura de garrapatas infectadas con este microorganismo, el cual lo adquieren al alimentarse de sangre de animales positivos a esta enfermedad.
Los signos clínicos que pueden presentar las mascotas contagiadas son muy variados. Tiene un periodo de incubación de hasta 3 semanas. Pueden presentar fiebre, anorexia, inflamación de nódulos linfáticos, descargas nasales, disminución del apetito, dolor articular y baja de peso, los cuales pueden resolver por sí solos, pero quedar como portadores de la enfermedad, seguir diseminándola y pasar meses a años siendo positivos sin mostrar signología clínica.
Este microorganismo puede afectar varias células presentes en la sangre, pudiendo producir focos hemorrágicos en ciertos órganos e incluso hemorragias severas, por lo tanto el control de estos parásitos es de suma importancia.
En la época de primavera – verano debemos revisar todo el cuerpo de nuestras mascotas periódicamente, si encontramos uno de estos parásitos se debe llevar a la clínica veterinaria para extraerlo y aplicar el antiparasitario externo que nos recomiende el Médico Veterinario, NUNCA debemos tomarlas y tirarlas de la piel de nuestra mascota, principalmente por la forma de adherencia que tiene la garrapata, al tirarla queda su aparato bucal insertado en la piel, provocando una reacción inflamatoria en la zona, además de aumentar la probabilidad de que la sangre de una garrapata infectada tenga contacto con la sangre de nuestra mascota y contagiarse de Ehrliquiosis
Durante la época de mayor presencia de este parásito debemos aplicar productos antiparasitarios de forma mensual, sumado a que si existe una infestación masiva en nuestro hogar, se debe realizar una fumigación completa del medio ambiente y siempre tener la precaución de mantener a nuestra mascota fuera del lugar donde se aplicaron productos insecticidas o cualquier tipo de veneno y así evitar posibles intoxicaciones.